Aprender con la naturaleza: encontrar inspiración creativa

Aprendiendo con naturaleza significa no sólo aprender en o acerca de naturaleza, sino aprender en un entorno donde la mundo natural Se convierte en otro maestro. Los buenos maestros, por supuesto, ayudan a sus alumnos a aprender datos y formas de pensar, pero también los inspiran. Nos hacen sentir algo tan fuerte que nos inspira a crear.

Una forma en que la naturaleza inspira es a través de su inmensa belleza. La naturaleza está repleta de... visual y textural Belleza que incluye diferentes formas, patrones intrincados, paletas de colores diversas, amplias extensiones y detalles minuciosos. La naturaleza también está llena de belleza auditiva, como el canto de los pájaros, el susurro de las hojas al viento y los truenos. Esta variedad puede inspirar a los niños a crear, a expresar la belleza que los rodea. La naturaleza también puede inspirarlos a expresar las emociones de experimentar el mundo natural, como el asombro, Asombro , curiosidad, paz, soledad o conexión. Esta inspiración puede llevar a... creación en forma de dibujo , escultura, canto o escribir prosa o poesía .

Podemos apoyar la expresión creativa de los niños de diversas maneras. Ante todo, debemos animarlos a salir al aire libre para experimentar la naturaleza. Después, una vez que hayan visto y sentido la belleza y el asombro, podemos apoyarlos para que expresen su propia creatividad. Podemos hacerlo sacando materiales al exterior, usando materiales que encontremos para crear en el exterior o en el interior, o simplemente inspirándonos en la naturaleza para crear en el interior.
Un buen punto de partida es tomar materiales de arte (p. ej., crayones, marcadores, pinturas, arcilla) al aire libre y simplemente usar el exterior como estudio. Sin embargo, también podemos modelar y facilitar la conexión de los niños con el mundo que los rodea, animándolos a observar imágenes y sonidos para incorporarlos a su arte. Podríamos, por ejemplo, crear nuestro propio dibujo de un árbol cerca del cual estemos sentados o dibujar líneas y formas en nuestro papel para representar el paisaje sonoro que escuchamos a nuestro alrededor. También podemos modelar la integración de materiales naturales añadiendo hojas a nuestras esculturas o capturando sombras y luces en un dibujo.
En algún momento tendremos que volver a entrar, pero la expresión creativa no tiene por qué terminar. Antes de salir del espacio exterior, podemos reunir diversas piezas sueltas naturales para usarlas más tarde.

Ejemplos de elementos naturales sueltos incluyen hojas, piedras, bellotas, ramas y semillas. (Asegúrese de que estos materiales sean abundantes y no vivos para la salud del espacio natural). Sin embargo, no tenemos que estar al aire libre ni usar materiales naturales para inspirarnos en la naturaleza. Podemos fomentar la creación a partir de la memoria. Recordando, por ejemplo, el colorido atardecer o las emociones que sentimos al ver a los gansos migratorios sobrevolando en una fresca tarde de otoño.
Para conectar las experiencias al aire libre con las de interior, también podemos fomentar la creación con ideas como fotografías o vídeos de nuestras experiencias al aire libre. Por ejemplo, podemos animar a los niños a tomar fotos de sus cosas favoritas al aire libre, o incluso guiarlos para que busquen patrones específicos que observen y luego imprimirlos para que los usen como inspiración al crear en interiores. Otros niños podrían disfrutar compilando y narrando su propio documental sobre la naturaleza a partir de fotos y vídeos que hayan recopilado al aire libre.
Independientemente de dónde se exprese el arte, la inspiración requiere pasar mucho tiempo al aire libre. No solo tiempo en la naturaleza, sino tiempo intencional que permita que la naturaleza les enseñe. Es decir, tiempo para que los niños experimenten y se inspiren en ella. Si apoyamos este tiempo, probablemente nos inspiraremos en los propios niños.