Aprendiendo con la naturaleza: Despertando una sensación de asombro
Explorar la naturaleza es una forma segura de despertar el aprendizaje de los niños pequeños. Los niños quieren aprender inherentemente, por eso constantemente hacen preguntas. Están llenos de asombro y curiosidad..
El mundo natural es un entorno rico en posibilidades de aprendizaje y puede ayudar a que florezcan las maravillas y la curiosidad de los niños.. En la naturaleza, las oportunidades de nuevos conocimientos y habilidades son aparentemente infinitas y, cuando se le da suficiente tiempo, la naturaleza siempre despertará el deseo de un niño de aprender. Insectos de aspecto extraño, plantas que crecen fuera de las rocas, surcos de talla de agua en el suelo, y mucho más están destinados a inspirar el aprendizaje de los niños. El aprendizaje ocurre cuando escuchas a un niño decir "Guau!”, "Huh!”, "Eso es raro!”, o "¿Qué es eso??"Esas frases son aperturas para el aprendizaje profundo con naturaleza. Aprendizaje con la naturaleza es cuando la naturaleza se convierte en otra maestra, proporcionando un aula más rica que incluso los planes para adultos más cuidadosos podrían.
Una clave para el aprendizaje de los niños con la naturaleza es un adulto solidario y alentador. El papel del adulto. es ver el toque de curiosidad en un niño y luego alentarlo a profundizar. Si bien hay muchas estrategias que los adultos pueden usar, hay cuatro que son particularmente efectivas:
1. Permitir tiempo para explorar
Los adultos siempre tienen prisa, pero los niños pequeños necesitan hora para explorar. Es importante reducir la velocidad y permitir que los niños exploren a su propio ritmo, sea lo que sea.. También es importante apoyar el aprendizaje de los niños durante días., semanas, y meses. Esto significa que las experiencias en la naturaleza no pueden ser eventos únicos, sino que debe ser frecuente y constante. Si somos intencionales con nuestro idioma, podemos ayudar a los niños a dar sentido al mundo de vez en cuando y construir sobre esas experiencias con el tiempo.
2. Haga preguntas abiertas
Con demasiada frecuencia, los adultos suenan como si estuvieran en un programa de juegos con niños mientras los acribillamos con preguntas en su mayoría inútiles.Qué color es ese?, Cual es mas grande?, Cómo llamas a eso? Un cambio poderoso en el lenguaje de los adultos es pasar de preguntas cerradas a preguntas abiertas como ¿Por qué crees que está haciendo eso?? o Como crees que paso? Las preguntas abiertas hacen que los niños compartan su pensamiento en lugar de regurgitar hechos aislados. Las respuestas de los niños no solo nos hablan sobre los conceptos que tienen sentido, pero también nos dan pistas sobre su interés y lo que les gustaría explorar más a fondo.
3. Fomentar la exploración adicional
Mientras que la mayor parte de la exploración involucra interacción física con el mundo. La exploración también puede significar explorar las ideas fuera del momento que primero despertó interés. Por ejemplo, si un niño encuentra una pluma en el suelo, podría tener sentido explorar el área para ver si encuentran a otros, ¿por qué hay tantos alrededor?? O quizás mire más de cerca la pluma con una lupa. Por otra parte, una mayor exploración podría significar leer un libro de cuentos sobre pájaros. Y no te olvides de la exploración más abstracta a través del arte., escritura, y otros esfuerzos creativos. Estas creaciones resaltan algunos de los significados que los niños estaban dando a partir de la experiencia..
4. Curiosidad modelo
Otro paso importante para apoyar el sentido del mundo de los niños es modelar la curiosidad.. Los niños siempre están mirando y escuchando a los adultos.. Se dan cuenta cuando un adulto voltea una roca para ver qué hay debajo. También se dan cuenta cuando un adulto dice, "Me pregunto qué dice ese pájaro". Al despertar nuestro propio sentido de asombro sobre el mundo, estamos alentando a los niños a hacer lo mismo..
Cuando los adultos implementen estas cuatro estrategias, el aprendizaje de los niños pequeños será rico y significativo, a la vez que divertido.! Como tales, los niños nunca verán el aprendizaje como una tarea, sino más bien una aventura emocionante.